Tutilandia.

Enamórate de toda ella, no solo de la que ríe, la que posa, no solo de sus metas y triunfos, ni de su interminable energía, ni de su actitud positiva, no te enamores solo de su cabello arreglado, ni de su idealismo e inocencia. Enamórate de toda ella, de la que llora y es vulnerable, de la que es una niña perdida, a veces imprudente... a veces impulsiva, Enamórate de la que le cuesta salir de su cama, de la que le cuesta concretar cosas, la de cabello despeinado. No la idealices, no proyectes en ella tus deseos inconscientes, da un paso adelante y conócela de verdad, conecta de manera real y auténtica, conoce sus sueños y metas, pero sobre todo... sus miedos y fracasos, conoce lo que la motiva y lo que la detiene, conoce sus alegrías y tristezas, y sus más secretas heridas y fantasías. Enamórate de su forma de amar, de su forma de ver la vida y sus ganas de crecer cada día. Enamórate de su compleja simplicidad, de su infini